Opino que el olfato es increíble, apenas me bajo del auto de mi compañero Carlos y comienzo a olfatear los hogares, sin realizarlo como un animal, no, lo realizo de tal manera que mi concentración sea tal que a mi cabeza el olor llegue como una imagen. Bistec ranchero, incluso croquetas. Por eso sigo caminando, llego a mi cuadra y estan todos los vecinos comiendo su deliciosa comida que se huele a metros de distancia, lindas madres que cocinan. Apenas me acerco a mi hogar, estoy apunto de abrir y ya mi padre está en la puerta con una sonrisa, le digo hola, me siento pronto en el comedor, las sillas, la mesa, los manteles individuales y ahí está, un gran plato lleno de habichuelas y un vaso con jugo de piña.
martes, octubre 6
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1 comentario:
Me habias antojado todo hasta que mencionaste las habichuelas :s
puaj.
te quiero tren.
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