blogs que no leo pero que están bonitos

martes, mayo 5

y 1, y 2, y 3, y 4

A veces que voy corriendo por un solo camino, como que ni la boca se me seca, ni los cientos de centímetros de piel, pero igual necesito agua. Mis ojos, arriba, están viendo los árboles, luego los niños, las personas, y luego el suelo y mis pies, uno y luego dos, porque tengo dos nomás.

Pero me parece brutal, luego camino. Siento mis pulmones hacerse flores, luego corro atrás del polvo, mis pulmones se hacen roca, imposible respirar, lejos allá mi sombra es la que me hace seguir, conseguirla, imposible.

Respira mejor que yo, para qué seguir, ella vivirá, yo no. Es la sombra maldita, el fuego mismo, atrapado, ardiendo en lo oscuro, feliz. Pero la sigo, porque me ha seguido ella toda la vida, incluso cuando la luz me hace girar, incluso cuando el Sol está escondido, haciendo rosa el cielo, haciendo verde el suelo y café mi piel.

Ahora no, estoy apunto de vomitar. Al borde del desmayo, ¿te acuerdas?