Profesor Flores pt. 2 al cuadrado super mega duplicado al revés con proteína.

Ahora martes, en la escuela, según el horario salimos a las 3.20 pm, bueno, el caso es que salimos de Geometría Analítica II a las 2.20. La siguiente clase es Planos de Vivienda, lo cual significa Profesor Flores.

Les contaré:
Éste profesor llega a el respectivo salón en donde se encuentran los alumnos a los que les dará clase, entra, se acerca al escritorio, toma la silla, la aleja del mueble y se sienta en ella, quedándose así, aproximadamente 1 hora que es lo que dura la clase, (el tiempo varía si al grupo le tocan varias horas con el mencionado profesor). Hay días en los que si escribe algo en el pizarrón, pero pués digámos que un día a la semana. El o la que repruebe con este profesor es un(a) completo(a) idiota.

Bueno ya no le sigo, lo que pasó hoy es que como no da clases, después de Geometría todos se largaron, ahí los ven corriéndo libres por las calles adyacentes a la escuela, etcétera, comprando churritos y cotonetes. Excepto yo, yo me quedé ya que el profesor nos dijo a un amigo y a mi: "Ahorita a la última van con el Cuate* y le dicen que la anterior que tuve con ustedes me entregaron un trabajo y que por eso no les daré clase a la última, para que no me ponga falta, ¿ves?.. Sí, entienden, osea, jeje".

Y ya pues, después de que nos dijo eso subimos a clase, hipérbola era el tema. Hipérbola acabo y fuimos con el Cuate 3 amigos y yo, llegamos y ahí estaba Flores e hicimos el mentado truco para hacerle el paro al profe de que no le pusieran falta ya que el es bien compa, bueno, llegamos y nos dice: "¿Son ustedes nomás?, apúntense en una hoja"... Nos apuntamos y le dijimos al Cuate todo el asunto, de que la Luna y las estrellas, las rimas y que así. Entonces ya no le puso falta y le pedimos un peso al maestro y lo prestó y pues bien, ya nos podíamos ir, en eso, me dice un amigo: "Vamos al servicio social". Yo sólo pensé: "No", pero como hacia rato que no ibamos pues terminámos yendo y por ende saliendo a las 3.20.

*Prefecto de la escuela.

Salsa picante.

Necesito sentir tus brazos al rededor de mi cuerpo, ver tus ojos valiosos moverse, mientras me muestras el camino disimulando dulzura. Tu nunca sentiste lo mismo que yo por tí, ahora solo te digo que no deberías trabajar en esto, solo piénsalo. No es lo tuyo.

Sin embargo, continuámos con lo empezado. Concluímos en un dulce orgasmo corto y después te vas temprano, como a las 6am si mi reloj no se descompuso como la vez pasada. Comienzo a toser, creo que estoy enfermo. Enfermo por tí.

Grillos.

Un grillo por la noche con su silbido es lo peor, siempre que me voy a acostar, cansado por un día arduo de trabajo en biblioteca, está el maldito grillo cantautor silbándo, digámosle, el llamado de la hembra.

Muchas noches he agüantado con la almohada en mis oídos por más incómodo que sea y lograr por fin dormir, pero una noche me aseguré de ya no volverlo a hacer, asesinaría al grillo con una grandiosa maniobra que explicaré enseguida:

1er paso. Asegurar la posición del grillo que no deja dormir, tomándo en cuenta de que a veces son varios colocados en puntos estratégicos, ya se la saben, me conocen :(

2do paso. Buscar en cuclillas por la cocina el fantabuloso Raid, mata cucarachas y sus huevecillos y sigue matando por 3 o 4 semanas, pero eso no importa, yo lo agarro para matar grillos :D

3er paso. Salgo a la cochera también en cuclillas para que no me escuchen y se callen, entonces al creer que estoy lo bastante cerca de ellos rocío media lata o tal vez un cuarto de el famoso insecticida.

4to paso. Dormir pensando en lo que me sucederá mañana, que no involucre grillos o espectros paranormales.

Tú noche, no la mía.

Morado era el cielo mientras veía tus ojos, mi corazón palpitaba aún más rápido, lo sentía correr por todo mi cuerpo. Ninguna había hecho lo mismo, era diferete, agobiante pero estupendo, después sentí como un perfume nuevo en tus hombros atacaba mi nariz, desde lejos, como el sol ataca el horizonte en el atardecer. Casi caigo por tu sonrisa haciendo sonar campanas, dulces campanas que hacían despertar insectos del futuro.

Te advertí sobre mi y mis gustos, te advertí sobre todo lo que haría a tu lado, te advertí que no era como otros. Amo esas dulces notas que creas con tus zapatillas y de nuevo caigo por esas siluetas que me hacen sentir muy bien, como nuevo, de pronto, me voy entre la niebla y disimulo, floto una, dos, tres veces mientras tú bailas un bals, 1, 2, 3..

Duda.

¿Creando entradas se llega al paraíso?

Lo llamas sobarse.

Como si fuese yo a partir nueces entre tanta gente, me vertí entre la multitud para encontrar un espacio frío, tocaba mi nariz sintiéndola caliente, no llegaba a mi objetivo. Tus gritos de ayuda desesperaban y todos ellos te mallugaban como nunca, sintiendo pudor, me arrastré por el suelo encontrando varias monedas extranjeras, lo cual hacía que me comenzara un tremendo dolor de cabeza. Tal vez era porque me arrojaban valines, todo era cuestión del odio que me tuvieran y de los objetos con los cuales contaban. Sentía como recorría la sangre mis venas creando la adrenalina suficiente para gritar o tal vez susurrar en tus oídos, lo que deseases, pero en realidad yo tenía mi propósito, no era del año, pero era un propósito bien propuesto por mis movibles manos y cerebro, haciendo crucigramas sobre biodiversidad encontré tu nombre, una espina en mis pies y alegría en las calles. Todo concuerda, pensaba mientras algunos pies con cuerpos arriba pasaban sobre mi recitando poemas y algunos otros cantando, después veo como todos desabrochan sus agujetas, era tan de cronópios, nunca supe porque estaban tan felices comprando discos piratas en la playa y paseando por las rocas. Me preguntaba muchas cosas en esos instantes pero las olvidaba de inmediato, frotaba las zonas golpeadas, lo llaman sobarse, lo llamas sobarse. Pronto estaría contigo y te cuidaría, pero era imposible entre tantos, sin puntos y aparte seguía, con puntos y comas; continuaba. Mientras tu voz escuchaba más cerca me sentía, cuando tu voz callaba sentía en ruinas lo nuestro. ¿Lo nuestro?.. Divagué un momento, luego otro, no importaban ahora las lagañas en mis ojos o la noche que durmiera sin música instrumental, inventabas gritos ahora, fingías ser una más aunque nunca se sabe cuando uno finge o cuando uno dice la verdad, de hecho me siento mal por estar en ese suelo. Intento levantarme pero me es imposible, siento que viene un estornudo, llega y enfermo a varios. El virus se prolonga, ahora todos caen como yo, ya no soy pisado, mira que lo he logrado, amiga, he llegado por las últimas papas fritas de la tienda.

Líneas

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Tantas líneas y yo solo en una vivo.

Mouse.

Anteriormente utilizaba un mouse inalambrico y pues bien a toda madre, hasta que se le acabaron las pilas, las cambié, entonces de nuevo pude moverlo, y ahi me ven hecho la mocha dibujando en paint y jugando en el escritorio de la PC.

Muchas veces cambié las pilas de el mentado mouse, nunca le compré recargables. Imagínense ahora lo que gasté (gastaron mis papas) en pilas. Luego mi padre decide comprar un mouse normal porque no sé porque, el caso es que se lo pone a su laptop bien chilo y manda al carajo el otro mouse que ya no utilizará porque pues no desea utilizar dos.

Obviamente tomo el mouse botado y lo pongo en esta computadora, ahora sí, hago lo que sea sin preocuparme porque se vayan a acabar las pilas.

Platica mortal.

Hormiga: Colgaron.
Termita: ¿Quién era?
Hormiga: Colgaron.
Termita: Sí, pero, ¿quien era?
Hormiga: Ah, pues el oso hormiguero.
Termita: ...
Hormiga: ...
Oso hormiguero: Yummie.

¿Algo más?

Bajaba por un resbaladero.
Mientras esperabas abajo.
Yo seguía bajando.
Y tú esperabas.

El resbaladero.
La espera.
La llegada.
El choque.

No es lo mismo astronomía que anatomía.

Transcurren amargos días mientras observas esas nubes moverse junto con la Luna, finges saber sobre astronomía y señalas varias estrellas nombrando constelaciones.. Yo solo te miro bostezar con cangrejos en tus pies, sin importarte la música que escuchas mantienes la misma cara hasta que una lagrima escapa de tus ojos, otra la sigue, y otra, y así hasta que mis pies no aguantan más y colapzan.

Un cosquilleo dentro de mi tentó mi alma, sentí frío y me escondí en las hierbas, las leves hierbas que hacían contraste.. Parpadié una y otra vez, el que voltearas a verme no ayudaba, no encontraba lugar para esconderme del todo, hacias muecas de desánimo y yo gritaba con lujuria tu nombre mientras olvidaba el apellido.

Llegó el atardecer, poco a poco el Sol se fué escondiendo en ese horizonte de colores que dibujaste. Te pedí el lápiz y accediste, me ví obligado a escribir algo, continué y un soneto se dió a conocer, con rimas cálidas y cuatro paredes blancas.

Mi prima Vera.