blogs que no leo pero que están bonitos

martes, febrero 27

Mono asesino.

Mi día es todo un tormento, estaba en cama cuando el mundo derepente dá vueltas y despierto para desalinearme e ir a la escuela en donde me dicen que mi cabello es muy largo y que estoy muy alto para estudiar. Estoy enfermo, me enferma el profesor de dibujo, es tan paciente. A veces podría saltarme la cerca y divulgar que lo hice mientras camino por las calles de mi ciudad y salir en el periódico, no tengo ninguna idea en mente, debería conocerte mientras lees, comprender que estás ciego y que siempre intentas ver más allá de lo que escribo. Pues ahora no, hay que estar mas que dispuesto para conocer todas estas letras y luego revolverlas en tu cabeza y crear estas palabras y procesar como que sin querer todo.

Todo esto con un temor con el cual haces gargaras y te lo tragas aún teniendole miedo al temor de que te ahogue o tú te ahogues en él. El proceso de la vida. Una vida llena de nada que a la vez trae de todo y un poco de aquello y a veces te hace reír, eructar o sollozar. No hay que tenerle miedo a las palabras largas como hipopotomonstrosesquipedaliofobia*. Por ahora es un adiós por educación, no sé cuándo vaya a ser un adiós por otra cosa. Devastado. Solo con mi cortauñas cortando mis uñas y las de mis manos; sobre el mar.

jueves, febrero 1

le falta la E

ÐøQÅz dice:
Por ejemplo tienes un pentágono, el cual tiene sus lados definidos como letras A, B, C, D y E
ÐøQÅz dice:
Pero un cuadrado es un paralelepipedo, porque le faltan letras, en su caso la E
ÐøQÅz dice:
Entonces solo tiene A, B, C y D... ¿ves? cuatro lados
rené luna dice:
no se llama cuadrilatero?
ÐøQÅz dice:
No, porque le faltan los luchadores

retina en llamas

Nunca sé que poner cuando estoy detrás de todas las ventanas llenas de letras y mugre. Todo se encuentra a mi alrededor y no puedo disimular que no lo veo, ataca todo en conjunto, me suprimen contra el suelo una y otra vez, han roto mis lentes, suelo perder la mirada hacia arriba mientras un leve dolor en el esófago me hace escapar de la comunidad. Una comunidad llena de seres humanos inhumanos que no tiene más que hacer que ver un recuadro lleno de luz y perderse en su osadía hacia el más allá y conocer gente ahí. Iguales a ellos. Voces distorcionadas que dicen tener la solución, es sólo música que ahuyenta mis pensamientos más remotos sobre desenvocar mi furia hacia la máquina inherte que vemos aquí.

Todo está al revés, los ojos voltean este blanco confuso que a veces hasta me hace vomitar todas mis ideas llenas de sangre, ahora mismo comienzo a sentir algo en mi garganta queriendo salir, tal vez sea la pera de hace 15 minutos o con mucho cuidado, la comida de hace 3 horas se desborda, por aquí o por allá. Todos esos insectos me gritan que tienen miedo de ser transferidos a un suelo más limpio, nunca tuve tiempo de escucharlos, todo fue tan rápido, el teclado, las bocinas, las tijeras, los guantes, ¡mis lentes rotos!

Nunca ví nada igual, hasta aquel día en que todo adentro de mi estaba emocionado como en una gran fiesta de cumpleaños de un niño de tal vez unos 4 años; gritos, pastel, mamás histericas, globos, regalos, por todos lados. En mi caso era aún más asqueroso. Perdí toda aleación con la realidad, me encontraba en otro mundo, el mundo después del desastre, lleno de insignificancias que te indican una nueva montaña rusa hacia el paraíso. Para así continuar con la dañina máquina del tiempo desorientada y que no va a ningun lugar. Hay algo que siento dentro, es como un cosquilleo que no sé cómo explicarlo, sólo sé que es un cosquilleo inexplicable. Todos los días son como sábados en los que uno nunca ve salir el Sol, solo ve la Luna esconderse trás las nubes tan grises de agua. Todos se olvidaron de ellos mismos todos los días de su vida.