blogs que no leo pero que están bonitos

sábado, junio 30

llegaste

Y ví cómo explotaban todos mis sentidos, encontrándote y sin poderte rechazar, estabas ahí, parada ante la cafetería y yo observándote, sin miedo me acerqué. Dije unas palabras vagas y esperando respuesta. Paseamos en taxi y a la vez te miraba de reojo como queriendo ver el mundo, cuando justamente estaba a mi lado, aún no te tomaba de la mano, pero cuanto quería hacerlo, no estaba seguro, esos nervios que atacaban tan constantes y yo junto a ti, sintiendo lo mejor. Mirándote, como a veces miro el cielo. Es todo por ti, el despertar temprano y esos mensajes tan llenos de todo, tan vacíos de nada.

Al llegar rechazaste un azul doblado que después no lo encontré, estoy absolutamente ido, esperando que salgas, y de pronto volteo y te veo salir, brillante y sonriente y viendo para todas partes. No sé qué buscabas en realidad pero esa mirada al verme. Esa mirada al verme me lo dijo todo. Nos fuimos caminando (y tú sin saber a donde ir me seguías), llegamos a un parque frente a mi preparatoria, yo no sabía qué decir pero buscábamos una sombra, con la mente en blanco y tú me hablabas de cuando tuviste que despertar a las 7 am para estar lista, terminaste huyendo hasta las 11 am, pero te fue bien. Yo siempre te escuché, viendo como se movían tus labios creando cada palabra dirigida. Y seguimos caminando de parque en parque hasta que accedes ir a mi casa. Y tus ojos llenos de color e inseguridad. No sé. Todo me parecía tan completo.

Entramos y esta mi madre frente a la estufa. Subimos después y nos acariciamos y estás tan seria, reímos un poco, nos decimos cosas al oído como si la vida no existiera. Siempre tan hambrientos comemos algo que ha sido realizado, te gustan las calabazitas, me he dado cuenta. Pero estás satisfecha, la limonada, el brillo en tus ojos. Me ponen más nervioso.

Prefieres irte, yo espero vuelvas, vamos juntos detrás tomados de la mano y me quedo contigo, queriéndote. Compras boleto para las 5.30 pm, son las 5 pm y me deshago, no quiero que te vayas. Esa última media hora bebí agua, compraste una pelotita azul con una cara sonriente y con un solo diente. Botaba demasiado, tanto que se me escapaba. Llaman a los pasajeros, odié esa bocina que lo indicaba, te vas después de abrazarnos. Te veo subir al autobús, no volteaste a ver si te miraba, pero sé que sabías que lo hacía.

Y te fuiste. Y te espero siempre.


5 comentarios:

Jícama dijo...

Sobre tu escrito:
Hermoso, lo mas tierno q he recibido; muchas gracias rené te quiero.

Sobre tu nick:
Eso de que quiero de tí, no lo vi hasta q te fuiste, no quiero nada, solo quiero verte otra vez y ahi veremos que pasa.

Gracias.
Tqm


- Angie

Jícama dijo...

ña!
:)

Anónimo dijo...

Ay esto es tan conmovedor. Kleenex a la mano. Me gustó, no se si fue la retórica, la impecable ortografia, la estetica o la historia, pero creo que si, soy una romantica genuina (y tu tambien).

Jícama dijo...

:)

Pustule. dijo...

Ay renieee, que lindo.
Oraaaaaaaaaa.
Te veo alrato en el café O: