Todas esas personas que ya conocí las desconozco ahora, se han perdido
por placer detrás de sus cuerpos, se desvanecen jugando a los fantasmas,
me ilustran lo que no entiendo como amistad, se estorban unos a otros
chocando mutuamente, están dentro de la magia de ser algo vivo,
desconociéndose, dejándose ir por la orilla de la vida común, siguiendo
algunos pasos dichosos, no tienen a dónde ir y siguen aquí conmigo, en
alguna grieta muy abierta de mi corazón, en algún color desvanecido de
mi piel, en algún grito ensordecedor, se pierden para no ser encontrados
tan intensos en mi agonía de vivir, es mi presenciar de las cosas, en
cualquiera de nosotros siendo convertidos en pura idea complicada.
Tengo que seguir caminando por aquí y por allá para llegar a un futuro insano que ahora sé que me está esperando ansioso, lo sé porque soy yo esperándome al final de cada día, por la noche, a la luz de alguna luz artificial, con los ojos por los suelos. Me convierto en el mismísimo terror.
Tengo que seguir caminando por aquí y por allá para llegar a un futuro insano que ahora sé que me está esperando ansioso, lo sé porque soy yo esperándome al final de cada día, por la noche, a la luz de alguna luz artificial, con los ojos por los suelos. Me convierto en el mismísimo terror.
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