Tu estabas ahí, sentada en un silloncito, en el rincón y al borde de la única luz que entraba por la única ventana de la estancia, yo tosía y te miraba de reojo, como queriendo ver más allá de la sombra que dejabas al moverte despavorida y sin querer. El tiempo transcurría cuando de pronto parecía que las horas corrían sobre el reloj, devastandolo. Y así nuestro pelo crecía mientras me contabas una historia de tu pasado o algo sobre tus pestañas.
Los 7 lagos sobre nosotros caían y nos empapaban, esa historia ya me la sé, es sobre 7 niños que van a 7 lagos. Es tan conmovedora. Imaginaba mientras contabas, a los 7 niños en los 7 lagos ahogándose por querer alcanzar la pelota, el señor gritando. Para entonces yo estaba terminando mi séptimo cigarrillo y eran aproximadamente las 7 de la tarde, el Sol quemando el horizonte me lo indicaba. No fumaste ese día. Esas historias que me cuentas. Le tienes miedo a mis respuestas. Todos esos soniditos que salen de tu boca, tu voz tenue y atormentada.
Ya no está lloviendo dentro de tí. Y si lo pensaste, que si ya me percaté, que si todo está en pausa. Ahora debes de tener hambre. Comeme.
Los 7 lagos sobre nosotros caían y nos empapaban, esa historia ya me la sé, es sobre 7 niños que van a 7 lagos. Es tan conmovedora. Imaginaba mientras contabas, a los 7 niños en los 7 lagos ahogándose por querer alcanzar la pelota, el señor gritando. Para entonces yo estaba terminando mi séptimo cigarrillo y eran aproximadamente las 7 de la tarde, el Sol quemando el horizonte me lo indicaba. No fumaste ese día. Esas historias que me cuentas. Le tienes miedo a mis respuestas. Todos esos soniditos que salen de tu boca, tu voz tenue y atormentada.
Ya no está lloviendo dentro de tí. Y si lo pensaste, que si ya me percaté, que si todo está en pausa. Ahora debes de tener hambre. Comeme.
1 comentario:
andale, ño que ño
muy bueno
sí que sí.
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