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martes, diciembre 25

el plan B

Erase una vez, una tortuga de nombre infinito, que si lo escribo no termino, las demás tortugas le apodaban , esta tortuga era tan traviesa que caminaba más rápido que las otras, era fuerte y grosera, pero aún así, era la adorada de toda la comunidad de los caparazones, era respetada y a veces le brindaban tributo a su velocidad y se hacían competencias para ver quien podía al menos acercarse a la velocidad de , la cual era sorprendente para una tortuga. Tan sorprendente que ni ella se la creía cuando le contaban que llegaba a esas velocidades inauditas.

no se daba cuenta de su don, siempre que caminaba normal, las demás se molestaban pues mordían el polvo que tras de ella dejaba. A veces los vecinos de la observaban por la ventana para ver qué comía pues temían que no fuese un don, sino su alimento. Nunca encontraban nada fuera de lo normal, a lo que aseguraba que su velocidad se debía al poder que los Dioses Tortuga le habían brindado una noche que se vio iluminada por el cielo.

quería mucho a sus amigas tortuga, pero esto no impedía que le molestara el que la observaran comer, que a la vez es también desconfianza de parte de ellas. Con el paso del tiempo dejaron de observarla puesto que se había hecho una reunión Caparazón para tratar el asecho a la privacidad de .

La tortuga tenía un plan bajo su caparazón el cual no funcionó, es por eso que accedió al plan B. El plan B era un plan tan estúpido que tampoco le funcionó, los planes que creaba nunca se supo para qué eran. se mudó lejos de ahí, a otra comunidad, en la cual caminó despacio para parecer normal y desde entonces maldijo a los Dioses extraños que le dieron ese poder bárbaro. El poder de la velocidad, la velocidad que le creó problemas, los problemas que le hicieron mudarse. Las tortugas son lentas por una razón, les pesa el caparazón.

Ningún poder divino las hará cambiar, fin, ¡he dicho! Fin, ¡he dicho, otra vez!

1 comentario:

Jícama dijo...

∞ fué buena, algo rencorosa, pero que más da, a veces uno odia ser diferente. Otras veces no hay cosa mas extraordinaria que eso.