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Si tengo que escribir para siempre, lo haré de forma decente, haciendo rimas de vez en cuando, para no revolcarme en el fango, de tus memorias, de tu historias, yo nunca sabré saborearte, pero al final he de besarte, porque así es, así será. Digo, me lo han dicho, (siempre pongo algo así y nunca digo quién me lo ha dicho) nadie me lo ha dicho, es porque yo invento alguien para mi, una vez más para atrás debo ir, comprendo que no te he de seguir, comprendo que mis pies se elevan, como si el aceite conmigo fuera, fuera de aquí, agua por mis venas, la siento. Transcurre el tiempo, gracias al reloj, ni que fuese mentira la verdad, no tengo idea de lo que estoy escribiendo, a veces, solo a veces, lo sé. Eso que me escondes, lo sé. Lo escondes en tus manos, tus llagas, la llaga que es mayor cada vez que dicen tu nombre, mi abuela te manda un abrazo, yo te mando dos, mamá tres. Cuando me llamas te llamo, es la vida. Tu voz, no es la mía, de verdad que no es la mía, y si no estoy no estás conmigo, debe entenderse, no se siente tan bien. Hagamos obras de arte con la comida, tu sonido, tiemblo de frío, de la soledad, tiemblo con el tiempo, el temblor, el ocaso acaso. No miento, mi boca cierro para no hablar, no respirar, no más. Dejo de estar, comprendeme. Eres lista, como iba yo a saber, mis ojos ahora se ahogan, no estás.