fuerza, fuerza

Es ahora cuando siento que el alma se me va, en esas llantas huyendo de un beso, esa ventana que detrás esconde un rostro y mentiras si no esconde una vida, una gran sonrisa vestida de labios tersos y a veces juguetones. Solo es ahora cuando siento que no está a mi lado la vida, siento que "vivo" paralelo a ella, no estoy hablando de kilómetros, sino de vaga ausencia que filtra mi sangre cada vez que sucede, los retrasos, las horas, el tiempo de espera, el equipaje. No siento mi cara, tus lágrimas se caen resbalosas por las mejillas y tus ojos se empapan una vez más de sentimiento, se sienten los golpes al corazón destinados a tu partida, lejos de encontrar solución, subes 1 escalón, 2 escalones, te alejas un pasillo hasta tu asiento, yo espero abajo. Siempre espero abajo, guardan tu maleta quizá exactamente debajo de donde te vas a sentar, para irte detrás de otros autos que se detienen en el rojo escalofrío. Tu carretera, yo calles traficadas por traficantes, te esperan, me esperan para comer, he perdido el hilo, ya no estás de vuelta, te quiero regresando, otra vez, para llorarte mi felicidad de sentir tu piel, tus ojos viéndome; fijos, sinceros, sin distracción y con perfecta armonía con el viento. Le da vida tu vida a mi vida, mi vida.