Y bajó a saludarnos..

Me hablas, te ignoro, ya no me importas, no entiendes. Me incitas a seguirte, y otra vez la burra al trigo, voy contigo. Tomamos café, escuchamos música.. Todo se hunde. Encontramos un lugar muy cómodo, yo uso lentes y tu bata. No escribes, dibujas. No estimulo, contagio. Sigues mis ojos hasta el punto en el que explotan, me encuentro en un balcón y te pierdo, tu sigues dibujando. No puedo mirar, mis ojos explotaron. Vuelven, los dibujas.. Vuelas, de aquí para allá, de allá para acá, las flores estorban tu visión, tomas las tijeras, las recortas y haces un origami con un pétalo. El origami es bueno mas no es el mejor. Te estorbo, ¿que dibujabas entonces?.. Me escondo, dibujas, no sabes qué, sólo dibujas y te gusta, te gusta mucho. Yo quiero dibujar como tú. No me enseñas, no tengo material, me agobio y escondo denuevo, nunca salgo. Veo tu ojo por un agujero. Lo diviso, es obscuro. Me seduce una vez más. Escucho violínes al fondo y uno que otro cello.. Música.

Belleza, belleza musical. Arropó la música tu cadera. Todo tu cuerpo se vió envuelto en notas por un instante, bailaste.. Muy mal pero bailaste. Te vieron, los viste, caíste, te caché, observé y solté levemente en el suelo, al ritmo de la música..